En la antigüedad, se llamaba
portazgo lo que debía pagarse para cruzar cierto límite (puerta) entre dos zonas territoriales. Se denomina
peaje al pago que se efectúa para poder utilizar un camino.
El
peaje se utiliza para financiar la contrucción de infraestructuras de transporte, como carreteras o puentes, sin utilizar dinero del
Estado, que ha sido recaudado como
impuestos, de modo que solamente pagan aquellos que los usan, y no el resto de los contribuyentes.
Habitualmente se asocia el concepto de
peaje a la tasa que se cobra a los medios de transporte por utilizar infraestructuras de comunicación; por ejemplo
automóviles para poder circular por
autopistas, que permiten un viaje mucho más rápido que por las carreteras normales.